El Julio per molts es tipus peculiar i que parla sense embuts ni pors al que diran , un tipus al que admiren esportivament i alguns , sempre hi han d'aquest , que l'envejen . Però per mi el Julio es "el abuelo" ; i no es el mateix . Darrere de "el abuelo" hi ha la persona que poca gent coneix i del que jo si he tingut el plaer , l'amic que mai et deixarà tirat , del que mai desconfiaràs ni que desconfiarà de tú , el company que t'ajuda a formar-te com a persona , que t'ajuda a crèixer esportiva i personalment . Éll es d'aquestes persones que saps que sempre estaran allà si les necesites , per molt temps que faci que no has parlat o l'has vist ; i això s'agraeix , i molt .Crec que soc un afortunat per haber compartit molts , però molts bons moments amb ell i la seva familia , a la muntanya , en dinars , en viatges a competicions , de vacances , i un llarg etc en el que no acabaria mai , i sobretot tenir el plaer de considerar-lo AMIC , si , en majúscules . De l'entrevista hem quedo sobretot amb la darrera frase recullida per l'Anna : "Tú vas a a recoger lo que has sembrado, si te buscas excusas no vas a entrenar. Hay gente que siempre tiene excusas, y hay gente que entrena." Clar i directe , genuínament de la factoria Julio Merino .

El comedor y la casa entera de Julio son un museo de copas, trofeos, medallas y diplomas. Y hablar con él es un aprendizaje, tanto a ser deportista como a ser persona. Ser competitivo y querer ser el mejor no está reñido con el compañerismo y la solidaridad. Habla con especial cariño de su compañero de fatigas y aventuras, Xevi Guinovart, y con orgullo de lo que Julio ha sido capaz de conseguir no con 20 años ni 30, sinó a partir de los 40. Dejó de contar las maratones cuando llegó a más de 20, fue campeón de España de carreras de montaña el 2004, subcampeón el 2005, durante 5 años campeón de Catalunya, corrió con la Selecció Catalana y un largo etcétera más. En el deporte no hay secretos, se recoge lo que se siembra.
Valía la pena hacer una foto a lo que es sólo una parte de los trofeos de Julio.
¿Cuándo empiezas a correr?
Julio: Fue en una época en la que estaba en Ibiza, en un trabajo de relaciones públicas con muchas comidas y sin deporte, donde pasé de mi peso normal que eran unos 68-69 quilos con 1 metro 70 cuando jugaba a fútbol, a pesar 93 quilos. Tú sabes que estás gordo pero no tienes esa sensación, y cuando te ves en las fotos, dices, esa barriga tengo yo?.Tenía unos 32 años, pensé que no podía seguir así, y le dije a mi mujer, tengo que correr una maratón antes de los 40. Claro, ella me dijo que estaba loco. Y empecé a entrenar pero no aguantaba más de 20 minutos, me dolían las rodillas…
Pero no es el primer contacto con el deporte. Antes vino el fútbol…
J: Con 12 o 13 años empecé a jugar a fútbol en la Roca Radiadores Juveniles, que entonces era el tercer mejor equipo de fútbol de Catalunya. Estaba el Barça, el Espanyol y la Roca Radiadores. También estuve en el Espanyol y hasta los 28 años estuve jugando y ganando dinero en diferentes equipos. Antes de irme a la mili, ya me sacaba casi 200 mil pesetas de aquella época. Llegó un momento cuando estaba en el Manresa, que tenía que irme cuatro veces a entrenar allí durante la semana, con el frío y los entrenos que eran a las 8 y media de la tarde. Por eso, cuando nació mi segunda hija, ya dije que lo dejaba.
Equipo de fútbol del Castelldefels. ¿Dónde está Julio?
Y entonces, viene este parón de tres años y los 93 quilos… Cuando empiezas a correr, ¿es cuando te das cuenta de las facultades que tienes para el deporte?
J: Yo siempre había tenido facultades. Yo me daba cuenta que con el mismo entreno, yo jugaba en el medio del campo y sí que me cansaba, pero siempre tenía el doble de fuelle que los otros. Pero una cosa es que tengas facultades y la otra es que no las cultives. Yo siempre he tenido una virtud sobre los demás, que es decir: yo estoy bien pero puedo estar mejor. Cuando jugaba a fútbol entrenaba tres veces a la semana pero a parte yo me iba a correr dos días más. El plus siempre lo ponía yo. Tú puedes tener muchas virtudes pero si no entrenas… Te tienes que machacar, si no, no hay nada que hacer.
Empiezas a correr en Ibiza, pero cuando vuelves aquí, ¿sigues corriendo?
J: Tenía un amigo de mi cuñado que hacía medias maratones, y yo salía a correr una horita, iba perdiendo peso … Y fui a la cursa del Corte Inglés que ese año batió el récord, fuimos 106 mil participantes. Fue un poco traumático porque yo no había corrido nunca una cursa, (bueno de crío, dos y las gané las dos), y me metí en todo el mogollón allí en medio de la plaza Catalunya y para salir estuvimos 20 minutos sin movernos. Y ya ese año, por mediación de este amigo de mi cuñado que estaba en el Atlético Club de Vilanova,me dijo que me federada a través del club, y así, si repetía al año siguiente ya podía salir con los federados. Y la corrí tres años.
En ese intervalo me fui a hacer la media de Cunit, en el 95; la primera media maratón que corrí. Sólo había corrido una hora y cuarto y nada, pues de cabeza me metí allí. Y me acuerdo que cogí a un hombre de unos cincuenta y pocos, para que me marcara un poco el ritmo y cómo corría ese hombre! Para que te fies tú de los abueletes! Aguanté hasta la Rambla de Segur de Calafell, ahí me tuve que parar. Luego me cogí mi ritmito y llegué. Una hora trenta hice. Y allí fue cuando pensé, me falta entreno, alargaré a correr una hora y media. Y ya, la siguiente que hice fue la de Granollers y hice una hora 25; quedé el 500 de 8.000 personas y empecé a tener otras sensaciones. A partir de aquí, iba todos los fines de semana a todas las medias que hacían. En un año me hice unas 22, que se dice pronto. Y fui rebajando el tiempo cada vez más, y me planté en una hora 22 durante un año y pico. Hasta que me fui a Vilafranca, y allí, de golpe, bajé 5 minutos, con 1 hora 17 minutos. A las dos semanas vine a Vilanova, era el 97, un poco antes de empezarme a meter en la montaña. Pero pinché! Metí la pata, lo de correr es de mucha cabeza, y salí a saco y en el quilómetro 16 dije adiós! Y perdí todo lo que había ganado. Hice una hora 19. Pero bueno estaba por debajo de la hora 20.
¿Es en esta época cuando empiezan las carreras de montaña?
J: Yo ya hacía montaña, mi otra pasión, y me hablaron de una carrera en Aiguafreda, que ahora creo que llevan 15 ediciones. Yo fui a la primera, no éramos muchos, teníamos que subir a un sitio que era muy alto, y yo iba destrás del Esteve Canals. Yo no sabía quien era este chico y vi que la gente se quedaba pero yo pensé, a este tío me lo cargo yo. Y que va, no pude! Pero ya hice segundo. Y después ya me enteré que el tipo este era después del Quico Soler, el mejor que había en Catalunya y casi en España. Allí yo ya tenía 37 años, habían pasado unos 3 o 4 años desde que había empezado. Y allí me dí cuenta que tenía algo que si lo cuidaba podía hacer cosas.
Entre un chaval que es el director de la Renfe en Vilanova y un amigo maratoniano de Molins me inculcaron correr carreras de montaña. Antes, la Federació d’Entitats Excursionistes de Catalunya no hacía cursas de montaña. Hasta hace unos 8 años lo llevaba la Federació Catalana d'Atletisme. Había asfalto, media montaña y cross. De los 38 a los 40 años, quedé entre los 7 primeros y de los 40 a 45 años cada año quedaba campeón de Catalunya. O sea, tengo 5 títulos de campeón de Catalunya de media montaña. Y luego lo cogió la FECC y ahora hay carreras de alta y de media montaña..
Cuando empiezas, las carreras de montaña no son demasiado conocidas…
J: Esto ha sido un boom que empezó con la de Benasque, la Alpin Running, que lo desorbitó todo, porque vino gente de toda España. Yo fui el segundo año que la hacían, el 98. Había la maratón y una de 25 km hasta el Paso de Coronas, que es la que hice yo y quedé segundo. Y después ya hice la maratón de Boí, porque la trasladaron de Benasque a Vielha, donde hice quinto.
Y la primera maratón de asfalto es por estas fechas también?
J: Eso era paralelo. De cursas de montaña había poquitas. Sólo había dos maratones de montaña, la de Sant Llorenç de Savall y la de Manresa. Y la de asfalto, la primera fue la de Barcelona en el 95. La sensación fue especial. Ibas en tren hasta Mataró, y creo que era más bonita des de ahí, aquello tenía un sabor especial, además acababas en Montjuïc. Te entran ganas hasta de llorar.
Pero, la montaña te tira más…
J: Con el chaval que me metió en las carreras de montaña, nuestro hobbie era tirarnos corriendo por la montaña. El Pedraforca, tenía una cara que era todo de piedra, y antes podías bajar todo corriendo por encima de las piedras, si sabías claro. Era un inyección de adrenalina! Pasa como en la bici, en las cursas de montaña, el bajar bien es fundamental. Tienes que nacer con eso.
O sea, que tus mejores años son a partir de los 40…
J: Pues parece increíble pero es verdad. Cuando más fuerte he estado fue de los 39 a los 48 años, cuando me retiré. Podía haber alargado más pero tenía miedo a una lesión fuerte y no poder practicar más deporte. El médico de la Selecció Catalana me dijo que todo me venía de no haber estirado bien nunca, ni cuando jugaba al fútbol. Se me desarrollaron tanto los cuadríceps que al no estirar los isquios se me fueron acortando y me contracturaba de los isquios.
Primera posición en la Copa de España de Benicàssim, 2004.
¿Cómo se afronta pasar de estar a ese nivel tan alto de competición a parar en seco?
J: Pues lo pasé muy mal durante un año. Cuando te retiras porque ya no puedes estar a un nivel alto, pues vale, pero cuando es por lesión pues es más duro. Me retiré en la cresta de ola porque corrían los mejores que había en España, y de los veteranos, yo quedaba el primero y de la clasificación general quedaba entre los 10 primeros, con mis 47 años frente a gente de 20 y pico de años. Al Kilian Jornet, al Jesset Hernández o al Pere Aurell los he tenido de chavales conmigo en la selección, y mientras yo estuve bien, ninguno me ganó.
¿Y ese año malo se acaba cuando empiezas con la bici?
J: Siempre había practicado bici pero cuando corría a pie, tenía miedo a caerme y lesionarme. Y la bici, la tenía pendiente, así como hacer el Camino. Y fue lo que me ayudó a superar el dejar las carreras de montaña. Dejar de correr a ese nivel para mi fue un palo. Yo soñaba y todo, que estaba corriendo.
Es que el correr es un deporte muy intenso… con mucho sufrimiento…
J: La gente no sabe lo que es sufrir. Me acuerdo que el último año, que no podía casi entrenar por las lesiones, fui a correr a Madrid, al Guadarrama, a hacer el campeonato de España, donde el Xevi iba a hacer el campeonato del Mundo. Era el 2005. Allí iba primero de veteranos, el quinto o el sexto de la general, pero en quilómetro 32 tuve que dejarlo. Y allí, ya empecé a plantearme retirarme. Pero aún quedaban tres cursas, y las gané. Una de ellas era en Andorra. Cuando llevábamos 30 y pico de quilómetros nos metieron un pepino que subías al Comapedrosa, donde había en 4 quilómetros 1.100 metros de desnivel. Y el Xevi me acompañaba a mi, que me hacía como de liebre, y llegamos arriba, yo iba corto de quilómetros, y arriba del todo en la cima me tuve que agarrar al Xevi porque me caía. Y ya bajando, me espavilé, y gané allí y las otras dos, la de la Molina y otra. Pero una salvajada.
Julio recuerda cómo sufrió en la Challenger des 3.000-Marathon du Montcalm-Pica d'Estats, agosto del 2004.
Es un deporte salvaje…
J: Cuando me retiré estaban a punto de empezar las salvajadas estas que se estan haciendo ahora. Se ha pasado de hacer barbaridades a hacer salvajadas. Yo creo que eso no es bueno, y te lo digo yo que he hecho burradas de esas. Como también en bici, la “Pedals”, la he hecho, pero es una barbaridad. A mi me sigue produciendo respeto.
Tienes razón, es una salvajada pero hay algo dentro de uno que le empuja a hacerlo…
J: A mi, desde crío me ha gustado la aventura. Siempre he tenido deportes que he ido arrastrando. La montaña hasta los 27 o 28 años no empecé en plan serio por el tema del fútbol. Y después la he aprovechado mucho, igual he hecho 200 tres miles, practicamente todos los que hay en el Pirineo. Y ya te digo, siempre me ha gustado la aventura, ahora, de la aventura controlada a esto que estan montando ahora, no sé… algún día habrá una desgracia. Correr como está haciendo ahora el Xevi, 80 o 90 km, es una salvajada.
¿Y con la bici cómo te fuiste engachando?
J: Yo creía que con lo fuerte que estaba si me metía en una carrera de bici iba a ganar de calle. Lo que yo no contaba es el handicap que tiene la bicicleta. Qué cuál es? La técnica. Y yo, hace 4 o 5 años atrás no tenía ni puñetera idea. Y me dí cuenta de lo que era la bicicleta cuando empecé a salir con el Plácido y con esta gente. Sí que cuando nos poníamos a dar palos yo podía pero cuando nos poníamos a bajar, pensaba, ¿cómo puede esta gente bajar de esta manera? Me empecé a dar piños, lo que pasa es que pensé, si estos bajan pues yo tengo que acabar bajando. Y acabas aprendiendo si se te mete en la mollera. Eso es el coco. Y si la bici no tuviera tanto peligro sí que competiría, pero yo trabajo por mi cuenta, me he caído dos o tres veces y me he hecho basante daño, entonces no me lo puedo permitir.
¿Eres competitivo?
J: Yo cuando salgo, salgo a lo que salgo, me es igual que los otros tengan 17 o 20 años, yo salgo a hacer lo máximo posible. En las carreras de bici, si quieres estar delante, entre los 15 primeros, tienes que arriesgar. Y en esas cursas tan explosivas hay peligro, y yo soy un ansias. Yo eso de que vaya allí y me pase el uno y el otro, a mi eso me pone de los nervios.
¿Cuáles son los objetivos para este año?
J: La Xallenger no, a lo mejor alguna carrera pero la veo muy peligrosa. Ahora, si el Jordi y el Plácido hacen alguna cursa de estas de más de 50km pues posiblemente vaya a alguna. Lo que pasa es que si no compites asiduamente, aunque estés fuerte pierdes la chispa. La “Pedals” claro que la quiero hacer, y alguna más.
¿La clave para estar arriba del todo es el entreno?
J: La gente dice, este como se ha caído en la “marmita” de pequeño, pues ya está. Pues no, yo me casqué de enero a junio del año pasado, 12.800 quilómetros, y al final de año llevaba 23 mil. Esta semana mismo, que la semana pasada casi no pude salir, pues el lunes hice 150km, ayer 138, y hoy 85. Cuando acabe la semana, igual llevo 600km. Hay que tener ganas para hacer todo esto. Esa es una de mis grandes virtudes, que siempre he sido muy cabezón para entrenar. Si tengo tiempo, no me da pereza irme 7 u 8 horas solo en bici. O cuando corría, iba con el Xevi, pero también he ido un montón de veces solo a Nuria. Y he subido als Bastiments, que es una locura, o me iba a Collbató y me cascaba 3 o 4 horas corriendo solo completamente. Me he tirado años que doblada tres o cuatro veces a la semana, haciendo 120-130 km corriendo, y para hacer eso trabajando es muy difícil. Me levantaba a las 6 y cuarto de la mañana que mi mujer me decía que estaba loco. Y corría tres cuartos de hora con el frío que hacía. Que hasta la polícia me miraban raro. Y cuando llegaba de trabajar, en vez de sentarme 5 minutos, a parte que venía rebentado, pues me cambiaba y una hora y media más. Una media de unos 30 km al día a pata. Y el fin de semana, con el Xevi, pues unas 5 horas.
Julio y Xevi en el Monteixo, en abril del 2004.
Con la bici lo mismo, si no tengo trabajo entreno, entreno, y entreno hasta que mi cuerpo me dice, Julio descansa. Tú vas a a recoger lo que has sembrado, si te buscas excusas no vas a entrenar. Hay gente que siempre tiene excusas, y hay gente que entrena.

entrevista publicada a http://www.bttgarraf.com/ . Realitzada i cedida per l'Anna Bello .